Estoy lloroso, muy débil y desanimado, como después de una borrachera. Mi hermana Cristina y Gisela, compañera del trabajo, me ayudan a levantarme y a vestirme para salir a correr. Pasamos por unas enormes ruinas egipcias y suena una música rimbombante y épica, al estilo de 'Lawrence de Arabia'. El paseo triunfal me anima un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario