Soñado en el sofá de mi amiga Judith, en una noche breve y de sueños entrecortados. Regreso de un viaje y traigo unas pequeñas macetas como regalo para mis abuelos. Voy en bicicleta. Llego a casa de mis padres y dejo allí de momento los souvenirs. Entregaré el regalo a mi abuelo paterno Cristino y después iremos a Ordal para dárselo a mis abuelos maternos, Eudald y Mercè. Sin embargo, algo me angustia: no puedo abrir los ojos por más que lo intente; los tengo como pegados o adormecidos.
En otro momento despliego una especie de sobre de papel de aluminio y veo que el propio material ha generado un extraño líquido metálico. Mi madre lo ve y asiente con condescendencia, como si fuera algo habitual que genera mi abuelo Eudald (?).
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