martes, 2 de junio de 2015

Mi abuela revive pero su mano se deshace (mediados mayo 2015)

Veo a un grupo de mujeres mayores. Entre ellas está la actriz Mercè Sampietro, con quien entablo una breve conversación, interesándome por su vida. Enseguida me doy cuenta que también está mi abuela Cari, que falleció en la vida real hace cinco años. Doy por descontado que ha vuelto a revivir, desde hace un tiempo -especulación que se repite en muchos sueños- y le pregunto cómo se siente, si recuerda como fue su paso de la muerte a la segunda vida. Responde con cierta apatía y una ligera sonrisa de indiferencia. Me cuenta, sin dramatismo, que los últimos días ha visto como se le deshacían o se le descoyuntaban algunas partes del cuerpo, como las manos, que se convertían repentinamente en amasijos de huesos con la carne aplastada o deshecha. Visualizo la imagen y me horroriza, me provoca repulsión y abatimiento; parece confirmarse que su vida no es más que un hilo precario, que está frágilmente entre la vida y la muerte o inútilmente resucitada.

No hay comentarios: