jueves, 30 de agosto de 2012

Imagen hechizante del Parc Güell, Roma llena de pájaros, libro de Caín (finales agosto 2012)

1 Paseo por una zona alta de Barcelona. Está amaneciendo y el sol está entre dorado y malva. En un instante de mi recorrido, vuelvo la vista atrás y aparece ante mí una panorámica bellísima y onírica del Parc Güell de Gaudí: los dos pináculos en forma de setas asoman entre los tejados, y la cerámica multicolor de los edificios brilla de modo embelesador.

2 Vuelvo a viajar a Roma con Jose y Sara. Nosotros ya hemos visto la ciudad, pero se la enseñamos a Sara, que la visita por primera vez. Busco tres supuestos monumentos emblemáticos de la ciudad, que responden a los órdenes dórico, jónico y corintio, como si se tratase de la acrópolis de Atenas.

A lo lejos divisamos el panteón romano, cuya imagen en el sueño dista mucho de la real: aparece aquí como un gran edificio basilical, como una catedral en ruinas, sin fachada y con un gran ábside oscuro al fondo, a la vista de los peatones. Al entrar, el panteón aún resulta más extraño: oscuro, irregular y lleno de gente que entra y sale, parece un gran aparcamiento o un recinto fabril, y constantemente se ven bandadas de palomas de aspecto siniestro, cual los pájaros de Hitchcock. De hecho, los pájaros preñan todo el aire de modo asombroso, cual una gigantesca plaga de moscas.

3 Visito una librería. Está cerrada. Sin embargo, por la calle topo con un libro que me interesa;  el libro pertenece a la librería pero alguien lo ha dejado allí, a la vista de todo el mundo; el título hace referencia al personaje bíblico de Caín. "Los crímenes de Caín", "Las vidas de Caín" o algo parecido. Pienso en robarlo, pero enseguida abren la librería y entro para comprarlo con todas las de la ley.


martes, 28 de agosto de 2012

Souvenirs en el Vaticano y cantando 'Dream' (finales agosto 2012)

Estoy de viaje en Roma junto a Laura, Jose y Sara. Al salir de un tren o metro escuchamos la canción 'All I have to do is dream' de los Everly Brothers y empezamos a cantarla efusivamente. Sara parece conocer mejor la letra, pero yo termino cantando en un inglés macarrónico. Llegamos a la zona del Vaticano, aunque en la vida real no lo parece; pasamos por plazoletas antiguas de piedra amarilla, elegantemente cobijadas a la sombra de los árboles. Más bien parece Florencia, con sus pequeñas casas a la orilla del Arno. Jose y yo nos interesamos por una curiosa parada al aire libre de souvenirs sobre los pontífices, de lo más excéntricos, como una cara de Juan Pablo II con un mecanismo que permite ocultarla y mostrarla con un telón o cortina teatral (a semejanza del balcón del Vaticano), o un póster con caricaturas donde se ve al mismo Juan Pablo II en simpática sintonía con Benedicto XVI. Pienso en lo oficialistas que son todos estos objetos, diseñados con demasiada obviedad para ensalzar a las figuras papales.

sábado, 18 de agosto de 2012

Alucinaciones hipnagógicas: canturreos de un niño, aliento de un perro, luz roja y mi brazo elevado por una fuerza extraña (mediados agosto 2012)

Varias alucinaciones hipnagógicas (en el tránsito de la vigilia al sueño, durante pocos minutos).

En una de ellas, oigo varias veces el canturreo o murmullo de un niño pequeño, y cómo, cada vez, la voz de una mujer, como si fuera su madre, lo va reprendiendo para que se calle, con un lacónico ''scht!". Me da algo de miedo, como si fueran espíritus inquietantes.

Después, en la cama, percibo con gran sensación de realidad el aliento de un perro en mis brazos, como si estuviera en la cama; el animal jadea rápidamente y exhala su vaho caliente.

Como en otras ocasiones, también veo una luz roja enfrente de mí, como una señal o un botón encendido que me reclamase, así como varias sombras o fantasmas oscuros que se bambolean en el cuarto mientras estoy en la cama,o bien al levantarme. Durante un falso despertar, sueño que que salgo de la habitación, con los ojos cerrados, sumido en mi letargo, y pido ayuda a Laura, que me mira con cierta perplejidad y con media sonrisa.

Y fenómenos más curiosos: noto cómo mi brazo izquierdo se eleva solo, como llevado por un potente aire, magnetismo o fuerza externa. El otro brazo también está sometido a un extraño magnetismo, y en este caso se agitan involuntariamente los dedos de las manos.


Mi padre me anima a enfrentarme a una serpiente (mediados agosto 2012)

Voy por el bosque con mis padres. De repente encontramos una serpiente y el pánico me inmoviliza. Al verme de esta guisa, mi padre me anima a enfrentarme con el animal, dándole un buen golpe con un palo, tal como me enseña haciendo el movimiento; después me da el palo para que lo haga yo mismo. Más tarde aparece una serpiente como de cascabel, y, a pesar de haberme enfrentado a ellas, me lavo la cabeza incansablemente por el temor a que haya huevos entre mi pelo.


Mi madre, gravemente enferma (mediados agosto 2012)

Mi madre está muy enferma pero no logro saber de qué. La sigo hasta el hospital, donde la ingresan y le hacen numerosas pruebas relacionadas con el cáncer. Ella está muy desasosegada. Finalmente accede al documento donde figura su diagnóstico y el tratamiento que debe seguir. "No me lo puedo creer" -exclama desolada-, "no necesitaré operaciones pero sí un tratamiento estricto cada noche que me impedirá dormir". Mi madre está al borde del llanto, mientras yo me debato entre el alivio y la profunda consternación.


Asediado por un perro salvaje (mediados agosto 2012)

Saco unas barras de pan y pido alguien que me saque una foto. De repente, un perro viene furioso hacia mí, atraído por la comida. Dejo el pan a un lado pero el perro, cada vez más fuera de sí, me va frotando la cara con sus fauces; temo que en cualquier momento me pueda morder o incluso devorar y siento un miedo cerval. Poco después el perro se aleja, pero lo hace para llamar otros perros-lobo de su manada, para que vengan en mi busca. Alarmado, vuelo hacia lo alto de un árbol. Estoy en Ordal, el pueblo de mis abuelos maternos.


Bronca brutal de mi madre (mediados agosto 2012)

Mi madre me empieza a regañar y reprender con gran fuerza. Me reprocha que estoy más preocupado por el perro (sic) que por las personas, que soy un egoísta y no me preocupo por nadie. Me hace sentir enormemente culpable, como si dijera verdades muy íntimas e hirientes. Ella intenta hacer partícipe a mi padre, que apenas asiente lo que mi madre va diciendo.


Tsunami con mis padres (mediados agosto 2012)

Estoy con mis padres en una zona costera y presiento que habrá un tsunami. Efectivamente, se levanta una tremenda ola, y empieza a cundir el pánico. Siento el peso de la fatalidad, puesto que yo ya sabía de algún modo que ocurriría, pero nadie me había hecho caso, como si fuera un visionario solitario y sufrido. En nuestra huída desesperada dejamos atrás a mi tía Montse y mi primo Nil; me sobresalto al recordarlos y me siento culpable por escapar. Topamos con algunos tipos que ofrecen barcas para huir a cambio de dinero, y mi padre me dice que son habituales este tipo de pícaros en situaciones catastróficas. Lloro, muy compungido. La situación se va calmando en las horas siguientes, pero persiste la atmósfera apocalíptica.